Las hilarantes viñetas de la Cabra retratan con humor punzante el mundo de la empresa en particular y el de los humanos en general. Este carismático personaje de cuatro patas nace de la mente y las manos de Ferran Álvarez, amante confeso de los cómics que cursó Bellas Artes pero ha dedicado casi toda su vida profesional al diseño de interfaces y experiencias digitales. Pero la cabra siempre tira al monte, tarde menos o tarde más, y en 2024 inició este periplo gráfico que ya cuenta con tres temporadas y un número creciente de seguidores. Entrevistamos al autor —y a la Cabra, como no podía ser de otra manera— para que nos hablen del proyecto, de sus referentes e inquietudes y de todo lo que les pase por la cornamenta.
Cuando llego para conversar con los autores de La Cabra, los encuentro en plena faena: Cabra está en la tarima vestida con un traje de astronauta y Ferran, el dibujante, está sentado en la primera fila, esbozando la escena sobre su tablero de dibujo. Intento no hacer ruido, no quiero interrumpir. Además, estoy siendo testigo privilegiado del proceso creativo tras las viñetas de ‘La Cabra’.

Ferran: ¿… de qué dices que va este episodio?
Cabra: Pues de una leyenda que afirma que en el mundo hay menos perfumistas que astronautas.
F: ¿Y es eso cierto?
C: Pues depende de qué consideres ser ‘astronauta’ y ‘perfumista’. Ahí cada uno juega con los datos como más le conviene.
F: Ya veo… ¿Para el gag, alguna idea?
C: A ver esto: “Hay menos cabras astronautas parlantes que perfumistas en el mundo».
Ambos, permanecen en silencio un instante, como evaluando la idea.
C: No, olvídalo, es una mierda… Anda, mira, si tenemos visita. Parece que ya ha llegado el reportero de Cultura Conectada.
F: ¡Hola! ¿Llevas mucho rato ahí? Pasa, pasa y siéntate con nosotros, por favor.
Reportero: No quería molestar: estaba disfrutando al verles en acción.
C: No te preocupes, a la velocidad que dibuja este hombre podemos pasarnos aquí una semana más para este episodio.
R: ¿Eso tardan para cada viñeta: una semana? ¿Cuál es el proceso creativo?
C: Pues los episodios con dibujos más elaborados pueden tardar una semana, sí. Otros más sencillos, uno o dos días. Sobre el proceso, generalmente Ferran escribe un guión breve describiendo la escena y los diálogos y a partir de ahí me dibuja, pero a veces sucede al revés: primero aparece una idea en forma de dibujo y luego se da forma a la historia.
R: ¿Y la viñeta que están haciendo ahora? Desde fuera parecía un proceso compartido entre ambos.
F: Bueno, yo diría que sería de las segundas porque a veces —y aquí Cabra ha omitido esta parte— a veces ella llega disfrazada o con algún trasto y sencillamente me pongo a dibujarla mientras charlamos.
R: Entiendo, sí… ¿Y de dónde sale la iniciativa de estas viñetas? ¿Por qué una cabra?
C: Ya estamos: putos humanos… ¿Por qué no una cabra? ¿Qué debería ser, un periodista?
R: Disculpe, no quería decir eso.
F: No te disculpes: la pregunta tiene sentido, Cabra. ¿Quieres responder tú?
Cabra no dice nada. Se quita el traje de astronauta y, con evidente indignación, mete la cabeza tras el telón en el fondo del escenario, como buscando algo.

F: Pues la idea surge por un cúmulo de cosas. Primero de todo, has de saber que los tebeos o cómics han estado presentes toda mi vida. No sólo aprendí a leer con ellos (como varias generaciones) sino que además me cautivaba la idea de poder explicar historias con una sucesión de imágenes y texto en una página. Tanto me fascinaban que, llegado el momento, estudié Bellas Artes en la universidad con ese objetivo en la cabeza: ser autor de cómics.
R: Sin embargo esa no es su profesión.
F: No, no lo fue entonces y no lo es ahora. Ya antes de acabar los estudios, un profesor de la universidad me introdujo en el mundo del diseño digital en una época en la que todavía no existía internet como lo conocemos actualmente y el acceso a ordenadores profesionales era un lujo al alcance de muy pocos. Yo por entonces hacía mis pinitos en casa programando pequeños videojuegos por diversión con un Commodore 64. Supongo que le llamó la atención que yo combinara la parte creativa-artística con la tecnológica y acabé dedicándome al diseño para productos digitales, básicamente la interfaz del usuario.
R: Lo que ahora es UX o Digital Product Design, ¿no?
F: Sí, con los años ha ido cambiando de nombre y sumando diferentes tareas y disciplinas al tiempo que las tecnologías evolucionan, pero en el fondo es lo mismo: usabilidad, arquitectura de la información, diseño de interacción, experiencia de usuario…
R: ¿Y es lo que sigue haciendo ahora?
F: Sí, llevo trabajando en eso desde 1990. En algún período ejerciendo otros roles como el de jefe de proyecto o de gestor de contenidos, pero alrededor de lo mismo y aprovechando cada etapa para aprender cosas que meter en mi mochila.
C: Vale, vale. Déjame a mí ahora, que te pierdes en tus batallitas del pasado.
Cabra se acerca y se sienta en un banco aparecido de la nada sobre el escenario.
C: El hecho es que a él siempre le han gustado los tebeos pero, aparte de que la vida le ha llevado por otros caminos profesionales, es lento de cojones.

F: Eso es cierto, siempre he sido lento dibujando. Esa es otra de las razones por las que aproveché la oportunidad en el campo digital, porque vi que para ganarme la vida como ilustrador o como dibujante de cómics, tenía que producir mucho más rápido de lo que era capaz.
C: Pues eso: lento de cojones. Pero el hecho es que en el 2024, una anécdota en el trabajo hizo que aquí el artista decidiera darme vida.
R: ¿Puedo preguntar por la anécdota?
F: Mejor no… Te sugiero que leas las viñetas de ‘Orígenes secretos’, episodios 43 a 48 de la temporada 2.
C: Lo que decía: en el 2024 aparece una primera cabra
R: ¿La temporada 1?
C: Sí. Aparece una primera cabra que viene a ser un reflejo, una parodia de lo que sucede en el trabajo.
F: Por aquel entonces era un dibujo cada una o dos semanas que compartía con algunos compañeros a través de un grupo privado. Hacía los dibujos en horas de insomnio y escribía las ideas en el trayecto de autobús de ida y vuelta del trabajo. De hecho sigue siendo así, aprovecho esos mismos ratos.

C: La cabra de la primera temporada tenía otro estilo gráfico y no hablaba, sólo aparecía disfrazada o exagerando algún suceso del entorno laboral. Y todos sabemos las situaciones esperpénticas que pueden darse en el trabajo.
R: Sí, como en The Office.
C: Eso es: The Office, las tiras de Dilbert, muchos gags de los Monty Python, The IT Crowd… Aunque lo cierto es que, aún siendo un tópico, la realidad supera la ficción.
R: ¿Esas series de televisión y tiras cómicas son su principal influencia?
F: Esas referencias y te diría que casi cualquier cosa que hayamos leído, visto o vivido: es imposible no convertirse en lo que leemos, vemos y experimentamos. Piensa que más de 35 años de trayectoria profesional acaban acumulando un buen montón de anécdotas.
C: A mi personalmente me gusta pensar que bebo sobre todo de Eduardo Mendoza, Daniel Pennac y Jerome K. Jerome.
F: Sí, coincido. Añadiría a Terry Pratchett, Douglas Adams y C.K. Chesterton.
R: ¿Y en la parte gráfica?
F: Pues de nuevo son muchas influencias, pero destacaría a Jean Giraud-Moebius, Brian Bolland, Hermann, Franquin, Jordi Bernet, Carlos Giménez, Alfonso Font…
C: Y no olvidemos a Bill Watterson, Quino ni a Forges.
F: Exacto: a nivel formato estamos realmente más cerca del humor gráfico que del cómic, donde hay una secuencia de viñetas.
R: Pero en algunos de sus episodios también hay una secuenciación.
C: Sí, en el tiempo, pero no elipsis en el espacio como en una página o una sucesión de páginas.
R: Entiendo. Volviendo a la temporada 1: ¿podremos ver algún día esa temporada publicada también?
F: No creo, no se entienden sin el contexto de donde surgieron.
R: ¿Y por qué el cambio de estilo a nivel gráfico en cada temporada? La tercera vuelve a ser diferente.
C: Sí, yo me tomo vacaciones.
F: Pues por experimentar: en el caso de la segunda temporada, por jugar con el contraste de un estilo de dibujo más tradicional con unas situaciones ridículas; en la tercera, por usar un grafismo más expresivo. No olvidemos que todo esto lo hacemos por diversión.
R: ¿Qué técnicas y herramientas usa?
F: Pues hago un boceto en papel o en el teléfono y completo el dibujo en el ordenador, acabando los detalles y haciendo el proceso de ‘entintado’ en digital. A nivel de software, uso Affinity Photo, realizando el montaje final y rotulación en Affinity Designer. Ahora empezaremos a usar un poco Clip Studio Paint y la nueva versión de Affinity, a ver qué tal.
R: Hablemos de Patreon: ¿por qué esa plataforma para publicar ‘La Cabra’ y no en redes sociales?
F: Pues porque ahí puedo controlar mejor la distribución sin la dependencia de los algoritmos y caprichos de las redes sociales. Las RRSS las usamos como altavoz promocional pero no son el canal de distribución.
R: De momento leer ‘La Cabra’ es gratis. ¿Seguirá siendo así?
C: Sí, claro. Igual en algún momento probamos a vender camisetas, libros o algo, pero la idea es que leer La Cabra sea gratis. Sólo es necesario registrarse en Patreon —que también es gratis— y suscribirse al autor patreon.com/falvarez
R: ¿Recomiendan leer ‘La Cabra’ en orden o se pueden ir viendo episodios aleatoriamente?
C: Mejor en orden. Hay historias acumulativas o viñetas que sólo tienen sentido si se han leído las anteriores.
F: Sí, yo aconsejaría empezar por el episodio 1 de la temporada 2
R: ¿Acumulativas como su relación con Recursos Humanos? ¿Puedo preguntar cuál es el origen de la tensión entre ustedes y ese departamento?

C: A ver, para empezar, llamarse ‘Recursos humanos’ connota ya que para ellos las personas son un recurso, casi un consumible. Afortunadamente yo soy una cabra y me da bastante igual lo que hagan, piensen o digan.
F: Bueno, digamos que hemos visto una cierta tendencia en la que algunos equipos de recursos humanos han olvidado una de sus funciones esenciales, que es la gestión y el cuidado de las personas que trabajan en una empresa. Ahora lo reducen todo a cifras, indicadores, KPIs, OKRs y procesos burocráticos. En ocasiones incluso el tono de esos equipos es casi policial, amenazante, como si todos los empleados fueran ya por defecto culpables de algo.
C: Aunque también es cierto que hay gente maja.
F: Sí, por supuesto, no podemos generalizar. No son todos así, hemos conocido a mucha gente fantástica y muy profesional que trabaja en Recursos Humanos, pero en nuestras viñetas recurrimos a los estereotipos para buscar esa tensión-humor al plasmarse en situaciones reconocibles por los lectores.
R: ¿Y Ficus, qué papel juega en todo eso?
C: Es mi amigo. ¿Tú no tienes amigos?
R: Sí pero, con todos mis respetos, no son plantas ornamentales de plástico.
C: Ya estamos de nuevo: putos humanos…
F: En ‘La Cabra’ nos tomamos muy en serio el tema de la diversidad: intentamos no tener prejuicios de ningún tipo.
R: Igual no pueden responder: ¿cuántas temporadas va a durar ‘La Cabra’?
Cabra y Ferran se miran. No me contestan y, sin decir nada más, todos sabemos que la entrevista ha acabado. Mientras salgo de la viñeta no puedo evitar sobresaltarme al ver una pequeña cabra que, a pesar de su aspecto kawai, me mira con cara de pocos amigos. Decididamente, este es un mundo de cabras.

Texto e imágenes: Ferran Álvarez.
