Cuando parecía que las pantallas iban a colonizarlo todo, cuando no sólo se trataba de las computadoras, sino de los teléfonos inteligentes y luminosos y la emergencia de Instagram, pura imagen, y Twitter, con su velocidad precipitada, aparecieron los podcasts ofreciendo contenido de audio a la carta.
Los podcasts comenzaron muy incipientemente hace más de quince años, para consolidarse en el mundo sajón con un primer gran éxito en el año 2014, llamado Serial. Entonces surgieron las grandes estrellas de podcast como Joe Rogan, que acaba de vender su exclusividad por un año para Spotify por la no desestimable suma de 100 millones de dólares. Hoy la prensa más reconocida del mundo tiene su versión podcasts (con el lanzamiento de The Daily, el podcast del New York times, en 2017), así como lo hacen las universidades más prestigiosas: HBR IdeaCast es un podcast muy escuchado, emitido por la Universidad de Harvard.
¿Pero qué ofrece podcast que lo haga tan atractivo? Es el único medio que emite contenido de audio sin la urgencia de usar pantallas, es gratuito y no se necesita más que un teléfono para escucharlo. Como los contenidos son descargables, ni siquiera hay que estar en línea al momento de oírlos. Esto representa grandes ventajas en comparación con otros medios.
Quienes viven en grandes ciudades tienen bastante tiempo diario de conmutación y pueden usarlo para entretenerse, aprender o informarse de las noticias escuchando podcasts, no importa si van andando, en metro o conduciendo. Con una elección cada vez más frecuente de una vida saludable, muchas personas eligen el tiempo de entrenamiento para escuchar podcasts. Con la formación de una familia cada vez más lejos, quienes viven solos también escuchan podcasts al ocuparse de los quehaceres del hogar, cocinar o tomar la comida en casa. En síntesis, podcast se adapta perfectamente a la vida de los millennials urbanos.
Consumir podcast mientras se hace “otra cosa” avala un tiempo de exposición prolongado (a diferencia de los otros medios o redes sociales), dando lugar a programas de tres o cuatro horas de duración entre los más populares.
Cuando todos pensaban que la radio iba a morir, se reinventó con este medio digital y no patentado. El hecho de que sea liberado hace que pueda haber muchos jugadores (muchísimos sitios de alojamiento, directorios, aplicaciones para escucharlos) y que producirlos tenga un costo muy bajo, pues no se necesita más que una computadora y un micrófono.

Se trata de una industria con un crecimiento que ronda el 30% anual y se espera que tenga ganancias millonarias el próximo año. Los grandes del sonido, como Apple Music, Spotify, Amazon Music o Soundcloud están apostando a podcast, pero más sorprendente aún es que también se suman a este movimiento empresas más antiguas y tradicionales, como Sony Music entertainment.
No sólo se trata de desembolsos millonarios en producciones, sino que en los últimos años aparecieron muchos dispositivos inteligentes de audio, como Alexa, Siri o Google Home, donde se pueden reproducir podcasts y ya hay empresas automotrices que incluyen reproductores de podcasts en sus coches.
Además, las productoras de podcast están creciendo con cada vez más y con mejor contenido. Algunas de ellas son temáticas, como All things comedy (que hace producciones de humor desde 2012) o The Ringer (especializada en deportes y cultura popular). Otras son lo suficientemente grandes como para ser transnacionales y públicas, como AudioBoom. También las hay asociadas a grandes empresas, por ejemplo, iHeartRadio es subsidiaria de Spotify, mientras Wondery es respaldada por 20th Century Fox.
Todo este movimiento empresarial por un medio que comenzó en las fronteras de internet y sin mayores expectativas da cuenta de que este tipo de comunicación ha pasado la prueba del tiempo y de la moda y que ha llegado para quedarse. Si aún no conoces todo lo que hay para escuchar, pues es hora de que sintonices con estas emisiones, que tienen ofertas para los más diversos aficionados.
Muy buena publicación. El podcast además te libera de la terrible interferencia de las pautas comerciales que inundan la red.