«Knows and avows the deliciousness of her sex»
En 1963 Andy Warhol inauguró en pleno corazón de Manhattan su estudio de trabajo, The Factory, una fábrica en la que producir en serie sus litografías de la misma manera que las grandes empresas capitalistas fabricaban productos de consumo. A miles de kilómetros de distancia, en Castellón, la restauración de la nave de la familia Colón-Monfort, construida en 1950, ha permitido recuperar para la ciudad un espacio de 800 m² que ahora acoge exposiciones de arte, presentaciones literarias, conferencias, cursos y talleres o recitales de poesía. Una iniciativa de Manu Vives que parte al 100% de la iniciativa privada y se financia a través de sus socios.
La Bohemia se distribuye en varias salas diáfanas que confluyen en una espectacular ágora principal. A su alrededor, el público puede contemplar las últimas creaciones de una decena de artistas residentes que cuentan con su espacio individual a modo de ‘showroom’. La variedad de creadores y disciplinas tiene un punto en común, el arte emergente, a través de artistas como Juan Antonio Álvarez, María Griñó, Laura Avinent, Juan Poré, Piluka Arte, Zayda Jimenez, La Trastienda, Carlos Casanova, Mónica González , Ópalo interiores, Unaria Ediciones o María Ordóñez. La encargada de inaugurar la sala de exposiciones es Angélica Sos con ‘Cambio. Crisálidas Humanas’, una reflexión sobre el cambio climático y el papel que juega el ser humano en la destrucción de nuestro planeta.



Pero La Bohemia acoge además la Menuda Galeria, cuyas exposiciones conllevan un comisariado y discurso crítico, entendiendo el arte contemporáneo como un lenguaje de comunicación que busca la reflexión. Menuda Galería quiere ser un catalizador de la cultura, con participación comunitaria y desarrollo de la educación artística, quiere fomentar un diálogo entre espectadores y artistas, y propiciar un ambiente donde la ciudadanía pueda participar plenamente del arte contemporáneo entendido como un derecho.
En su primera iniciativa ha contado con la artista Ana Beltrán Porcar y el comisariado de Joan Feliu, del que ha resultado «Lo deleitable», una refelxión sobre la igualdad de género desde el deseo sexual, hilvanado entre versos de Walt Whitman: “sin rubor la mujer a quien amo sabe y pregona lo deleitable de su sexo”. Whitman publicó su primera recopilación de doce poemas en 1855 y eligió para ella el perenne título de “Hojas de hierba”. Años después sumó otros nuevos poemas y reordenó un nuevo libro, al que llamó “Hojas de hierba”. Años después lo volvió a hacer y así hasta nueve veces publicó Whitman un libro que era a la vez el mismo y diferente, siempre con el mismo nombre. Estuvo toda su vida reescribiendo el mismo libro. Sumando y quitando poemas, organizándolos en diversas partes, estructurandolos de diversa manera. Ana Beltrán, desde “Bellas y siniestras” a “Mujeres Mitológicas”, pasando por “Símbolos de mujer”, “Retratos de Mexicali” o el libro “9 diosas”, ha proyectado una exposición que se nutre de la experiencia anterior, como Whitman, pinturas como hojas de hierba que configuran un universo femenino, sensual, reivindicativo y personal. Cada uno de los proyectos expositivos, editoriales, musicales, de Ana Beltrán, configuran uno sólo, una epopeya de la vida, íntima y a la vez pública, soñada pero llena de realidad.



Como Whitman, la obra de Ana Beltrán lleva a la gente a reencontrarse consigo misma. Como Whitman, podría decir “Soy poeta del cuerpo y soy poeta del alma”. Pintora del cuerpo y alma, su obra mantiene un crecimiento orgánico a base de exposiciones, intervenciones, actuaciones, que son como oleadas sucesivas o estratos superpuestos… que son coherentes con el compromiso por la libertad y la igualdad de la mujer en todos sus aspectos, incluyendo el sexual. “Lo deleitable” es una exposición enumerativa, de sucesiones de imágenes que se van engarzando como los versos del poema; de formato libre como la rima de Whitman; de ramificaciones y subdivisiones que en lugar de perdernos dan coherencia al conjunto.
La obra de Ana Beltrán, desde “Bellas y siniestras” invoca y recuerda la dualidad, el binomio del ser ser humano que es mujer y diosa; cielo y tierra; inmortalidad y mortalidad; ternura y erotismo; alegría y tristeza; realidad y sueño; pasión y serenidad; rostro y máscara; humilde y sublime; evidente y sutil; carnal y platónica… Un lenguaje que llega más allá, hasta la piel. Imágenes que son táctiles, que nos hablan con sensual y largo aliento, que son conscientes de su respiración. Se consideraba que la forma en que Whitman se refiere a las sensaciones del entorno y del propio cuerpo era absolutamente intolerable: “Creo en la carne y en los apetitos, ver, tocar… ¡cuantos milagros! Y cada parte de mi ser es un milagro”. Como Whitman, Ana Beltrán ofrece el mundo visible, audible, palpable y olfateable que nos rodea.
Castellón está de enhorabuena.
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Facebook: La Bohemia
Dirección: C/ Ciscar 14, Castelló de la Plana
Web: Ana Beltrán