Según la estadística, nuestra galaxia tendría que ser un concurrido vecindario. Pero a pesar de todo, seguimos sin haber encontrado ninguna señal, ni un rastro de vida. Una gran paradoja a la que que el físico Enrico Fermi también le estuvo dando vueltas. Si existen millones de posibilidades de que haya civilizaciones inteligentes, ¿por qué ninguna ha contactado con nosotros?
«Somos polvo de estrellas que piensa acerca de las estrellas». Con estas palabras, el científico y divulgador Carl Sagan resumía la fascinación que el universo siempre ha despertado en los seres humanos. Con este enfoque, la búsqueda de vida en otros planetas es al fin y al cabo la búsqueda de nosotros mismos, en otro lugar y con otra naturaleza.
Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha mirado a los cielos con distintos propósitos y comprensiones: para adivinar nuestro calendario o para guiarnos a través de los mares. Hoy miramos a las estrellas y nos preguntamos si estamos solos y cuál es nuestro lugar en el infinito. Ahora que sabemos que no todo gira a nuestro alrededor, buscamos señales y cualquier tipo de vida fuera de nuestro planeta para intentar responder a la pregunta final que lleva intrínseca nuestra existencia: ¿Por qué?
¿Somos fruto de una casualidad, o de un patrón que se repite en distintos tiempos y lugares? Sea cual sea la respuesta, quizá todavía no estamos preparados para entender sus consecuencias. Científicos de todo el mundo buscan vida en el universo desde distintas perspectivas. El proyecto SETI rastrea el espacio en busca de señales emitidas por otras civilizaciones. Los grandes telescopios miran a otros sistemas para encontrar planetas similares al nuestro, quizá todavía sin podernos desquitar de cierto antropocentrismo.
Las probabilidades de que haya vida inteligente en otros lugares del cosmos son demoledoras. Si existen millones de posibilidades de que haya civilizaciones inteligentes, ¿por qué ninguna ha contactado con nosotros? Algunos afirman que el contacto sí se ha producido pero que se oculta de la opinión pública. En ese caso, ¿qué motivos habría para no compartirlo?
¿Debemos buscar de forma activa otras formas de vida? ¿Está justificada la gran inversión de recursos que esta quimera representa, cuando todavía tenemos nuestro hogar desordenado? ¿Qué interés práctico hay en encontrar, o más bien buscar, vida en otros lugares del universo? Siguiendo las palabras de Carl Sagan: «Somos el medio para que el Cosmos se conozca a sí mismo».
Y seguiremos buscando, y esperando una señal del cielo.

El 14 de febrero de 1990, siguiendo una sugerencia de Carl Sagan, la sonda espacial Voyager 1 tomó una fotografía de la Tierra desde unos 6.050 millones de kilómetros de distancia. Esta foto, inspiró las siguientes palabras del genial científico y divulgador:
«Eso es nuestra casa. Eso somos nosotros. Todas las personas que has amado, conocido, de las que alguna vez escuchaste, todos los seres humanos que han existido, han vivido en él. La suma de todas nuestras alegrías y sufrimientos, miles de ideologías, doctrinas económicas y religiones seguras de sí mismas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de civilizaciones, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada niño esperanzado, cada inventor y explorador, cada profesor de moral, cada político corrupto, cada ‘superestrella’, cada ‘líder supremo’, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie ha vivido ahí -en una mota de polvo suspendida en un rayo de sol»
Carl Sagan
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Buscando vida en el universo – Becarios del misterio
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En el segundo programa de radio de Becarios del misterio hablamos de la búsqueda de otras civilizaciones en el universo y de la paradoja de Fermi. Desmenuzamos las probabilidades reales de que existan otras formas de vida, conocemos qué estamos haciendo para encontrarlas, y debatimos las distintas hipótesis que se plantean para la ausencia de un contacto, tomando como guía un genial artículo publicado por Tim Urban.
En la sección El capítulo perdido hablamos de Nikola Tesla. En La variable relativa comentaremos la Panspermia, teoría que defiende el origen extraterrestre de la vida en la Tierra. En la nueva sección, El becario invitado, hablamos de los enigmas de la máquina Enigma y de Alan Turing. Y para finalizar, siempre con algo de música para amansar las fieras de la razón, en El pentagrama oculto hablamos de los macrojuicios realizados en los años ochenta del siglo pasado, y que dieron lugar a la censura en la música actual.
Becarios del misterio es un programa de radio que nace de una pregunta sin respuesta. Nos declaramos becarios porque solo tenemos preguntas, y hablamos de misterio porque buscamos respuestas. Nos podéis escuchar en nuestro canal de podcast en Ivoox, Spotify o Apple podcasts, y seguirnos en Instagram, Facebook, Twitter y YouTube.