En el mundo microscópico hay millones de millones de lugares fantásticos que aún no han sido descubiertos. Millones de millones de formas donde no se ha posado nunca el ojo humano porque no es capaz de verlas sin ayuda. Cuando alguien se dedica a explorar esos universos, coloca entre dos cristales solo un pedacito ínfimo de ese mundo… y observa atrapado en la aventura de descubrir tal como se debían sentir los pioneros de siglos anteriores. Siempre puede ser el día que vea algo nuevo, ¡algo realmente excitante!
Esto que os presento aquí, son retratos de una fracción muy pequeña de la realidad. En concreto, son fotografías macro extremo (microscópicas) de la epidermis de varias plantas y florecillas campestres recolectadas en los márgenes del camino de mi paseo habitual. ¡Pieles de malas hierbas, vaya! Pieles teñidas y colocadas debajo de mi cámara con un objetivo de microscopio.
El procedimiento es laborioso, pero es tan bonito que os lo voy a resumir.
Lo primero es hacer una búsqueda totalmente a ciegas de flores y plantas que pensemos que van a contener cosas maravillosas en sus pieles. ¿Será esta flor tan preciosa, igual de interesante en su universo microscópico? Pues a veces no.
Cuando tenemos la planta, tenemos que despellejarla. Con la ayuda de unas pinzas y un bisturí se extrae una capa transparente muy finita que se encuentra en la superficie de la hoja o el pétalo y que es por donde respira el vegetal. La epidermis. Seguimos.
Ese velito se moja y se tiñe dentro de un recipiente cóncavo llamado cristal de reloj. Hay muchas recetas de tinturas en los libros. Se utilizan elementos como el azul de metileno, la safranina, ematoxilina o la eosina. Luego viene el lavado y la fijación. Hay unos tiempos para cada cosa y cada maestrillo tiene su librillo. Evidentemente, toda clase de experimentos creará distintos resultados. Es algo muy romántico y muy parecido al revelado hecho a mano en el cuarto oscuro.
Con la preparación hecha, ya solo falta colocarla debajo de la cámara, iluminarla, explorarla y fotografiarla. Para colocar un objeto tan pequeño y poder ir moviéndolo muy precisamente, tengo una serie de aparatejos que me he ido construyendo con el tiempo. Para la iluminación también. Así que la fotografía ya la tengo garantizada. Lo realmente interesante de esta parte, que es el culmen de todo el trabajo, es la exploración.
En la exploración es donde vuelvo a esa emoción de mi infancia de construir cabañas en el bosque y presas en el rio para que vivan las ranas. Me paso horas o incluso días navegando entre las formas e imaginando escenarios de historias que ocurren en esos universos microscópicos. Incluso, a veces, me parece que escucho la música de la película que me monto en mi cabeza. Y es que cada foto es una historia, un cuento, un estado de ánimo, que yo he vivido en mi cabeza mientras disparaba. La fotografía abstracta puede parecer banal, pero si hay una cosa interesante en este tipo de arte es la capacidad de hacer vivir historias distintas a cada persona que la mira, o incluso a cada hora en que se mira.
El juego de los #MicroversosVegetales
Yo me quedo con la experiencia de haber explorado esos universos y voy a guardar mis cuentos dentro de estas fotos. Ahora prefiero explorar los cuentos de otros. Por eso le he pedido a mi amigo escritor, Francis Legar, que juegue conmigo y me muestre el título y un pequeño fragmento de las historias que le sugieren a él cada una de las imágenes.
Propón tu también tu título y pedacito de vivencia en forma de prosa, poesía, o lo que se te ocurra a partir de lo que te evoca cada fotografía. Déjalo en los comentarios de cada imagen en Instagram o en los comentarios del artículo. Puedes hacerlo en cualquier idioma.
Estas son las imágenes:
1. MURO DE ARCILLA
Ese adarve de arcilla es frescor y es abrigo. De noche y a la orilla, huirá del viento el mendigo.
2. ATRAPAMOSCAS
En la charca de la selva, quien más come es el lagarto.
3. LAVANDO LAS PENAS
Atravesando las fábricas, el río lleva las penas del progreso.
4. PERDIDOS EN EL HIELO
El mar de hielo se perdía en el horizonte. Tras la loma no había más respuesta.
5. PORVENIR DEL NORTE
En el norte encontré el porvenir, pero de frío, terminé por huir.
6. VENUS DE VUELTA
Apuramos el calor de la noche en una habitación cualquiera. Hoy me ha dicho que de nuevo me desea.
7. MI ESTRELLA
Las estrellas gritaron de celos. En el silencio del bosque, prendí una hoguera.
8. MADRUGADA DE PROLETARIOS
Otro día de labores nos espera, somos todos proletarios cualesquiera.
9. LA FELICIDAD, SIN PREGUNTAS
Me invitó a pasar al jardín. Después de ver el brillo en la piscina, olvidé preguntarle de qué trabajaba.
Si quieres leer más cosas sorprendentes de Francis Legar, accede al obituario de sus ideas en franklegar.com.
Si te interesa la fotografía y quieres conocer un poco más de lo que hago, sígueme en Instagram. Y si además te quieres iniciar en el maravilloso mundo de la fotomacrografía, apúntate a mi curso online de introducción a la fotografía macro.