8116 es el título del segundo disco de The Raymond Williams Incident. Un disco que tiene una relación muy estrecha con Atlanta, la ciudad norteamericana, pero que no se puede entender sin tener en cuenta dos lugares más del mundo. El primero no puede ser otro que Barcelona, la ciudad donde, yo, Eduard Fabregat, nací. El segundo es el pueblo donde empezó todo, Barrhill. Un pueblo al sur de Glasgow donde Daniel Bookseller, el verdadero artífice de las canciones del primer disco, The Unreleased First Album of Daniel Bookseller, nació, se crió, vivió y murió. Si no hubiera encontrado esa cinta de casete en ese Bed&Breakfast en Barrhill nada de esto habría pasado y ahora no estaría escribiendo este texto. Pero pasó y esa historia fue contada. Ahora estoy aquí para contar cómo continúa.
The Raymond Williams Incident – 8116 Side B (2015)
Música y letras: Eduard Fabregat.
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Editado por Quimera Records.
El 9 de diciembre del año 2013 se publicó en este mismo medio una entrevista que yo mismo hice al señor Daniel Bookseller. El Sr. Bookseller murió mucho antes que yo lo pudiera conocer así que la entrevista es una pequeña licencia. Para presentar el segundo disco me permitiré la misma licencia pero cambiando los roles. En esta ocasión el Sr. Bookseller me entrevista a mí.
Daniel Bookseller: Eduard, muchas gracias por brindarme esta segunda oportunidad de hablar con usted. Al fin y al cabo su carrera va ligada a mi, y yo estoy ligado a su carrera.
Eduard Fabregat: Tiene toda la razón. Me gusta pensar que estoy en este mundo de la música gracias a usted, pero que a la vez, sus canciones se escuchan gracias a mí y así los dos nos debemos algo el uno al otro.
Déjeme que le diga que este segundo disco me ha sorprendido. No es que crea que es un disco rompedor, se nota una cierta continuidad. Pero a la vez me da la impresión que ha tomado una cierta desviación en el camino.
Es que las canciones del primer disco no eran mías, eran las canciones de usted. Adapté mi estilo a sus canciones para respetarlas al máximo a la vez que, forzosamente, estas sonaron un poco a mi. En este segundo disco todas las canciones son mías y aunque haya intentado seguir en la misma línea también he podido desviarme más.
Cuénteme el porqué del nombre del disco.
El disco se llama 8116 y es el número de kilometros entre Atlanta y Barcelona. En Septiembre del año pasado me fui tres meses a Atlanta. Allí entre otras cosas escribí las diez canciones que forman este segundo disco. En este sentido Atlanta forma parte del disco, claramente, ni que sea porque las canciones nacieron allí.
Pero espere, usted grabó también alguna canciones allí y hasta consiguió hacer algún concierto.
En Atlanta conocí a Thomas Avery. Thomas es productor y se ofreció a grabar cinco de mis canciones y producirlas. Pasamos un día entero en su estudio donde grabé las guitarras y voces de esas cinco canciones y discutimos sobre cómo creíamos que deberían sonar. Es muy bueno y sabe mucho de música así que yo simplemente le expliqué la idea general que tenía de cada una de ellas para que él hiciera con cada canción lo que creyera necesario. Mientras estuve allí además toqué en el micro abierto de un local muy conocido llamado Eddie’s Attic, e hice un concierto en Athens junto a Rebecca Jones. También pasé una semana en Philadelphia donde de casualidad acabé tocando una canción en el micro abierto del World Cafe Live.
Acaba de publicar la cara B de este 8116, ¿son estas cinco canciones las que grabó en Atlanta? ¿Dónde están las cinco canciones que quedan?
Allí grabé cinco canciones pero al volver a Barcelona aún tenía cinco canciones más por grabar. Estas cinco canciones las grabé de la misma forma que grabé su disco. En casa en mis ratos libres y yo solo. Aunque las canciones originalmente fueran parte del mismo disco el hecho que se grabaran de forma distinta implicaba diferencias de sonido y por lo tanto decidimos com Quimera Records dividir el disco en dos EPs. El primero es la cara B. B de Barcelona. Y son las canciones que grabé yo en casa. El segundo EP será la cara A.
¿De Atlanta?
De Atlanta exacto. Con las canciones que Thomas está acabando de producir y grabar. No hay una fecha exacta de momento y no sabemos cuándo se podrán publicar.
El tema de las ciudades y lugares parece que a usted le interesa. Cree que las posibles diferencias de sonido se pueden deber también a las diferencias entre las dos ciudades?
Mire, creo que más que a las ciudades las diferencias se dan por qué Thomas es de Atlanta y yo soy de Barcelona. No me parece que las ciudades fuercen cambios culturales de por sí. Por el hecho de haber pasado tres meses en Atlanta no me saldrá un disco de rock ni folk sureño. Pero está claro que yo soy de Barcelona y Thomas es de Atlanta, con las particularidades culturales que eso implica y a la hora de grabar, además de las diferencias entre un estudio y mi casa, entre dos personas distintas grabando, etc. se encuentran diferencias del poso cultural que las ciudades dejan en sus habitantes.
Permítame que ahondemos más en estas diferencias de sonido que comenta. ¿Qué diferencias ha encontrado entre grabarse las canciones uno mismo y hacerlo en un estudio de grabación?
Yo no grabo en casa por gusto, grabo en casa por falta de medios. Me gusta eh, creo que grabar en casa tiene un rollo especial, rústico si quiere. Pero entiendo que grabar en casa me limita en cuanto a recursos y a calidad de sonido. Pero tampoco le puedo explicar mucho las diferencias entre grabar en un estudio y en casa porque en el estudio yo pasé una mañana grabando voces y guitarras. El resto del proceso lo está haciendo Thomas por su cuenta.
Me han sorprendido las guitarras eléctricas y las baterías. Le añaden otra dimensión al disco pero en el primero no había ninguna canción con estos instrumentos. Además se han perdido las cuerdas y los pianos.
Como le decía antes, en este disco las canciones son mías y mis influencias traspúan más. Me gustan las guitarras eléctricas, me gustan las baterías y me gustan las bandas que suenan potentes. En el primer disco sus canciones me daban la sensación de intimidad y las cuerdas, guitarras acústicas, pianos, ayudaron a crear esa sensación. En este segundo disco quería algo potente, sin dejar de lado el sonido acústico. De todas formas la cara A probablemente recuerde más al The Unreleased First Album of Daniel Bookseller que la cara B.
¿Qué tal fue la gira de ese disco?
La gira fue muy bien para lo que era. Al final hice casi unos cuarenta conciertos. Pero en muchos de esos conciertos es difícil batallar para que te escuchen. Hay días en los que vas a un bar a tocar y todo el mundo te escucha y presta atención, y hay otros en los que da la impresión que estás molestando. Es totalmente comprensible. A mí no me conoce nadie con lo cual nadie iba a verme a mi. De todas formas esta batalla para que alguien te escuche acaba cansando y se acaba con una sensación agridulce. De esa gira destacaría varios conciertos, como el que hice en Sant Julià de Cerdanyola en una iglesia, el del ciclo de conciertos Terra de Sons en La Garriga junto a Maria Coma o los conciertos junto a More en Alicante o Madrid. Para este segundo disco quizás me gustaría ser un poco más selectivo y no hacer conciertos de los que no te escucha nadie. Es difícil y uno no puede saber por adelantado si te van a escuchar o no, pero se puede intentar.
Y respecto al diseño del disco. Vemos una foto del skyline de Barcelona. Entiendo que si la cara B tiene una foto de Barcelona, ¿la cara A tendrá una de Atlanta?
Exactamente. La foto de la cara B es una polaroid que saqué desde mi casa. Es el paisaje que veo cada día y es la Barcelona que tengo en mi cabeza cuando pienso en la ciudad. Para la cara A tengo otra polaroid del skyline de Atlanta que saqué desde un parque muy bonito llamado Piedmont Park. Desde este parque se ve el skyline de Midtown, que es uno de los centros de Atlanta, con los rascacielos y todo muy americano.
Ya me ha dicho antes que no sabe exactamente cuándo se podrá escuchar la cara A, ¿pero hay algún tipo de previsión?
La verdad es que no, no le podría dar ningún tipo de previsión. Thomas está trabajando mucho en las canciones y lo que he podido escuchar suena mejor que nada de lo que yo haya podido grabar. Pero es un proceso lento. No se cuando saldrán, pero las canciones saldrán.
Antes de acabar con esta entrevista déjeme que le pase un cuestionario que me ha mandado Jordi Busquets, el editor de Cultura Conectada. No sé si se supone que tiene que contestar con una frase sólo o con lo primero que se le venga a la cabeza. Usted mismo, lo importante es que conteste.
Corcheas y bemoles de Eduard Fabrebat
Un nombre para bautizar una guitarra.
Mi guitarra favorita es mi guitarra eléctrica. Es una Gibson Les Paul y la bauticé como Maria Lluïsa que también era el nombre de una de las dos carolinas que se pueden escuchar en el primer disco.
Un acorde mágico.
Mágico es el acorde del inicio de A Hard Day’s Night.
Un solo de guitarra memorable.
Aunque quizás Noel Gallagher no es reconocido por su cualidades como guitarrista, el solo de Slide Away me parece espectacular.
¿Pajarita o barquito de papel?
Barco de papel, de siempre. Durante dos veranos trabajé de animador en un camping y hacíamos espectáculos por la noche. En uno de estos necesitábamos un barco de papel donde se pudieran subir dos personas y yo era el encargado de hacerlo. Además, el año que fui profesor de quinto de primaria regalé barcos de papel muy pequeños, del tamaño de una uña, a los alumnos que se portaban bien.
Un disco para llevarse a una isla desierta.
Uno de Jack Johnson para poder surfear y descansar en la playa.
Un disco para llevarse a una isla poblada.
El primero de Franz Ferdinand para poder bailar.
¿Guitarra acústica, eléctrica o española?
Depende del momento. Aún conservo la guitarra española que se encontró mi abuelo en un contenedor y con la que aprendí a tocar la guitarra. Acústica para poder tocar donde quieras, con amigos y que la gente cante. Eléctrica por lo versátiles y cómodas que son.
¿Bob Dylan o Johnny Cash?
Siempre he querido tener un grupo tributo a Johnny Cash. Si tengo que decidir entre el uno o el otro diría Cash, aunque vi en directo y conozco mejor a Bob Dylan.
El componente favorito de los Beatles.
George Harrison, sin duda. En Liverpool, en el museo de los Beatles, justo al final antes de salir hay cuatro pantallas con imágenes de los cuatro Beatles por separado. En la pantalla de Harrison había una mujer, mirando las imágenes con mucha atención. Justo cuando me puse a su lado se giró y vi que estaba llorando, me sonrió y dijo: George siempre fue el mejor.
La canción perfecta.
Se hace difícil escoger una canción como perfecta, así que diré tres que me parecen espectaculares y que me tiene medio obsesionado ahora mismo. Write About Love de Belle and Sebastian, Un Tros de Fang de Mishima y Everlyn de Someone Still Loves You Boris Yeltsin. Aunque quizá Today is the Day de Yo La Tengo podría ser una buena candidata para la canción perfecta.